La familia Strauss fue una saga de compositores austriacos que revolucionaron la música de baile en el siglo XIX, especialmente el vals vienés.
Su historia se enmarca dentro de tiempos difíciles para la capital del Imperio Austrohúngaro. Viena era un hervidero de conflictos, epidemias y cambios políticos y en ese contexto, los valses, polkas y marchas de los Strauss ofrecían un escape a esas tensiones sociales.
Todos los Strauss entendían que la música debía ser accesible, alegre y envolvente. Por ello sus melodías están llenas de giros brillantes, ritmos animados y una elegancia que invita al movimiento.
Esta familia de músicos, Johan Strauss, sus tres hijos (Johan, Josef y Eduard) y su nieto Johan Strauss III, dominó el panorama musical vienés desde 1824 a 1901.
Johann Strauss padre
Fundador del linaje musical de los Strauss, Johann Strauss padre, nacido el 14 de marzo de 1804 en Viena, comenzó su carrera como aprendiz de encuadernador, pero su talento musical lo llevó a estudiar violín y viola. Se unió a la orquesta de Josef Lanner, y en 1825 fundó su propia orquesta, con la que realizó giras por Europa, difundiendo la música de baile vienesa y transformando el vals en una forma musical refinada y popular.
Es especialmente recordado por su enérgica y patriótica Marcha Radetzky, escrita en 1848 en honor al mariscal de campo Joseph Radetzky, que aún hoy cierra tradicionalmente el Concierto de Año Nuevo en Viena.
Compuso más de 250 obras, incluyendo valses polcas, galops y marchas, y murió prematuramente a los 45 años.
Johann Strauss hijo
Johann Strauss hijo nació en 1825 y aunque en sus inicios quería dedicarse a la música como su padre, éste se oponía firmemente a que sus hijos siguieran una carrera musical. Quería un futuro más seguro para sus hijos, por eso insistió en que Johann estudiara contabilidad. Además tenían fuertes diferencias ideológicas entre ellos, Johann padre apoyaba al régimen imperial, mientras que su hijo simpatizaba con los revolucionarios.
A pesar de la oposición de su padre, con apenas 19 años, organizó su propia orquesta y se presentó en el Casino Dommayer de Viena. Su éxito fue tal que la prensa vienesa no tardó en hablar del “duelo musical” entre padre e hijo.
Tras la muerte de su padre, no solo triunfó, sino que redefinió el vals vienés y terminó siendo conocido como el Rey del Vals. Compuso obras inmortales como El Danubio Azul y El Murciélago.
La cima de su fama coincidió con el gobierno de Francisco José I de Habsburgo, gran amante de la música, que asistía con frecuencia a bailes y conciertos en Viena y le nombró Director de Música de la Corte Imperial (Hofballmusikdirektor) en 1863, un título honorífico que reflejaba el aprecio del emperador por su talento y su papel central en la vida cultural vienesa.
Josef Strauss
Josef Strauss, nacido en 1827, estaba destinado a ser ingeniero. Estudió en el Politécnico de Viena y trabajó como arquitecto e inventor, pero por azares del destino también acabó dedicándose a la música.
En 1853, cuando su hermano Johann cayó enfermo tras una gira, Josef lo sustituyó como director de orquesta. El público vienés quedó encantado con su sensibilidad musical, y eso lo animó a continuar. Compuso centenares de obras, con un estilo era más introspectivo y melancólico que contrastaba con el estilo festivo del resto de la familia.
Al igual que su padre murió muy joven, con 42 años, tras desmayarse durante una gira en Varsovia.
Eduard Strauss
Eduard Strauss nació en 1835. El más joven de los tres hermanos Strauss también fue una figura clave en la dinastía musical vienesa. Aunque vivió a la sombra del renombre de Johann y Josef, dejó su propia huella como director de orquesta y compositor, especialmente en el género de la polka rápida (polka-schnell).
Dirigió la orquesta familiar hasta su disolución en 1901 y mantuvo vivo el legado familiar, llegando a la edad de 81 años y teniendo como descendencia a Johann Strauss III.
Johann Strauss III
Johann Strauss III desde su nacimiento en 1866 creció rodeado de música, aunque su camino no fue tan brillante como el de sus antecesores.
Inicialmente estudió derecho y trabajó como funcionario del gobierno austriaco, pero la música «corría por sus venas», como él mismo dijo. Fue más reconocido como director de orquesta que como compositor. En 1903, se convirtió en el primer Strauss en grabar discos con la recién fundada Deutsche Grammophon, dirigiendo las obras de su familia.
Falleció el 9 de enero de 1939 en Berlín, a los 72 años, cerrando así el capítulo final de la dinastía más influyente de la historia de la música europea.
Toda la familia Strauss estuvo profundamente conectada con la vida social vienesa de los siglos XIX y XX, participando en los eventos de la alta sociedad, bailes de gala y celebraciones imperiales. Su música se convirtió en la banda sonora de la época del esplendor del imperio Austro Húngaro y, aún hoy, sus composiciones, que suenan como un brindis musical al optimismo, siguen siendo el alma del famoso Concierto de Año Nuevo en Viena.