Escuela Española de Equitación de Viena

La Escuela Española de Equitación de Viena (Spanische Hofreitschule) es la escuela de equitación de doma clásica más antigua del mundo aún en funcionamiento. Su objetivo es estudiar el modo natural en el que el caballo se mueve y cultivar los más altos niveles de elegancia que el corcel es capaz de alcanzar. El resultado es un espectáculo de armonía incomparable entre jinete y caballo, desde hace casi cinco siglos.

Maximiliano II ubicó en 1572 el Hofburg, el palacio imperial de Viena y residencia principal de los Habsburgo, una escuela de equitación para la cría y doma de caballos. En aquella época el imperio español alcanzaba su máximo esplendor con Felipe II dominando en todo el mundo y un elemento característico de este dominio era el caballo andaluz de pura raza española.

Este caballo era fundamental en la guerra, tanto para la caballería pesada como para la ligera, pero además fue muy apreciado por monarcas y nobles de toda Europa por su calidad y belleza. La corte imperial austriaca sentía verdadera devoción por ellos y los quiso en sus propias instalaciones.

En los siglos siguientes, los Habsburgo cruzaron caballos españoles originarios con napolitanos, árabes, yeguas Kladruber y Fredericksborg, así como caballos de Lipica (Eslovenia), hasta formar una raza que cumplía a la perfección con los requisitos de la equitación clásica.

Los caballos se criaban en la ganadería imperial austriaca de Lipizza, cerca de Trieste, por lo que son conocidos como Lipizzanos, y son los más valorados en la doma clásica por su precisión, fuerza y gracia.

En 1729 se amplió el Ala de San Miguel (Michaelertrakt) del Palacio Hofburg. La placa sobre el arco de entrada ecuestre aún indica que fue construida «para la instrucción y el entrenamiento de jóvenes nobles, así como para el entrenamiento de caballos para la equitación y la guerra».

En 2001, la Escuela Española y la ganadería Lipizzana de Piber se fusionaron en una única empresa pública, propiedad exclusiva del gobierno federal austríaco, y mediante una Ley independiente de la Escuela Española de Equitación, tiene encomendadas funciones de interés público como la práctica y la preservación de la Escuela Superior de Equitación Clásica y la continuación de la cría tradicional de caballos Lipizzanos.

Actualmente la Escuela Española es uno de los símbolos de la ciudad de Viena y de Austria y desde 2010 es considerado patrimonio cultural por la UNESCO.

Es muy interesante asistir a una de las representaciones y presenciar un espectáculo único en el picadero más bonito del mundo, un lugar elegante donde las diferentes generaciones de la corte imperial austríaca ha presenciado las mismas piruetas, transiciones, círculos, líneas rectas y diagonales, trabajos laterales, así como los impresionantes saltos de la escuela española.

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