Constanze Geiger: La musa olvidada de Viena

Constanze Geiger fue una pianista, compositora, actriz y cantante nacida en Viena en 1835. Hija del compositor Joseph Geiger y de una modista de la corte imperial, creció entre partituras y vestidos de gala.

Su vida estuvo marcada por el talento precoz, fue considerada una niña prodigio ya que a los seis años debutó como pianista, a los nueve ya componía y a los 13 años debutó como actriz en escenarios vieneses.

El príncipe Leopoldo de Sajonia-Coburgo-Gotha, procedente de una dinastía con una de las mayores fortunas de Europa y ramificaciones en varias coronas europeas, era un gran aficionado a la música y amigo de Johann Strauss. Vio en ella más que una artista y entablaron una relación amorosa

Su relación escandalizó a la nobleza, por no pertenecer ella a la realeza, y esta presión social hizo que tuvieran que contraer un matrimonio morganático. Para evitar que heredara su rango social y mantener a Constanze un rango por debajo de su marido, fue titulada Baronesa de Ruttenstein y tuvieron un hijo, Franz, que no dejó descendencia conocida, y su historia familiar, marcada por el amor entre una artista y un príncipe, quedó como un episodio singular dentro de la aristocracia europea del siglo XIX.

Constanze Geiger se retiró del escenario tras la boda, a los 25 años, vivió en el castillo Radmeric y más tarde en París, donde falleció en 1890 a los 55 años.

Aunque no volvió a componer tras su matrimonio, su legado musical consta de obras como Elisabethen-Vermählungsmarsch, interpretada en honor a la emperatriz Sisi, Frühlings-Träume Walzer, Ave Maria y Abschieds-Walzer entre otras.

En enero de 2025, tras muchos años de olvido, su figura volvió a la palestra del mundo de la música ya que una de sus obras, Ferdinandus-Walzer, compuesta en 1848, fue incluida en el Concierto de Año Nuevo de la Filarmónica de Viena, convirtiéndola en la primera mujer compositora en sonar en el magno evento en sus 85 años de historia.